Es clave dentro de la estructura de la empresa designar a la persona adecuada y capacitada para administrar un capital tan valioso como son los dominios en Internet de una marca.
Esa persona se encargará de seguir el vencimiento de los dominios y registrar nuevos cuando la empresa lo requiera. Con la designación no sólo se puede evitar el fracaso de la estrategia de registro, sino también de un negocio.
Un caso emblemático de descuido por parte del empresariado es el de Donna Roberts, exempleada del reconocido restaurante Ghost Ranch. Para iniciar el registro de dominios con el nombre de la empresa, el dueño de la misma confió en Roberts para custodiar uno de los capitales más importantes para la marca: su domicilio en Internet.
Donna registró los dominios a su nombre en lugar de poner como titular al dueño de la empresa. Un verdadero descuido por parte del empresario. De esta forma la mujer tenía control total sobre todos los sitios webs de la firma. Por un conflicto con su jefe, Donna dejó de trabajar en el restaurante. Al ser la titular de los registros, siete meses después del despido decidió llamar a la empresa registrante en donde se alojaban todos los dominios de Ghost Ranch y los apuntó a otros DNS.
Esta acción le trajo grandes problemas a la empresa porque todas las webs dejaron de funcionar, al igual que las casillas de correo electrónico. Luego de una investigación que llevó a adelante el dueño de la firma y, al identificar que Donna había redireccionado los DNS, la denunció. Finalmente Roberts sería arrestada por delito informático y robo. La mujer tuvo que pagar 1.500 euros para poder salir en libertad.
Además de los conflictos internos que este tipo de descuidos genera dentro de las empresas, para muchas los procesos judiciales demandan tiempo y grandes sumas de dinero destinadas a honorarios, provocando verdaderos desastres financieros y organizacionales.
¿Tiene el verdadero control de sus dominios?
Fuente: puntodominios.com
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