Los sistemas CCTV (circuito cerrado de televisión) fue introducido en Estados Unidos e Inglaterra en los años 60 y 70.
Los sistemas CCTV actuales están mil veces mas adelantados que las configuraciones básicas de cámaras y monitores que primero aparecieron en los años sesenta. Como se ha dicho, los sistemas de los sesenta era bastante simples, consistiendo en cámaras de baja resolución en blanco y negro conectados por un cable coaxial. Cada cámara estaba conectada a un monitor en blanco y negro. Si ponías 10 cámaras, necesitabas 10 monitores.
Los usos mas frecuentes que se le da a los sistemas CCTV son: Trenes y estaciones, estadios, tiendas, centros comerciales, garajes, parkings, centros oficiales y muchos ligares más.
La evolución de esta tecnología empezó casi en el momento que empezó a existir. Al principio se añadió una caja de conmutación. Esto permitía al operador cambiar de cámara desde su punto de vigilancia. Ahora los operadores pueden ver varias cámaras desde un solo monitor. En aquellos tiempos solo se podía ver una cámara a la vez. Los años 70 trajeron los multiplexores, VCR’s (videos de seguridad) y cámaras mas elaboradas.
Los multiplexores permitían partir el mismo monitor en cuatro pantallas. Los VCR permitían grabaciones y distribución de video. Las nuevas cámaras daban fiabilidad y mejor resolución como también mayor compatibilidad con otros equipos.
Al principio hubo muchos problemas, sobre todo con los VCR’s. La calidad de las grabaciones era muy pobre. La combinación de la baja resolución de las cámaras y la poca calidad de las cintas de video se traducía en imágenes poco claras y con niebla.
La tecnología VCR no permitía al operador revisar y grabar eventos simultáneos y se llevaba mucho tiempo encontrar ciertos momentos específicos.
Tampoco existía la manera de poder hacer una gestión remota desde otro lugar.
La funcionalidad y rendimiento de estos sistemas en sus orígenes, eran muy básicas y a su vez muy caras, tanto el equipamiento como la instalación. La siguiente generación de sistemas CCTV apareció a mediados de los noventa. La nueva tecnología trajo innovaciones como el DVR o video grabador digital que permitían grabar imágenes a una resolución mucho mayor que su antecesor. También solucionó un inconveniente de los antiguos métodos de grabación – la cinta de video.
Los DVR son automáticos y requieren poca intervención del operador. Las imágenes son etiquetadas con su correspondiente fechas y hora y son muy fáciles de acceder. DVR usando tecnología IP (Internet Protocol) permiten a usuarios remotos autorizados acceder a las grabaciones desde Internet, una red LAN o WAN e incluso controlar el movimiento de las cámaras distantes.
Las cámaras actuales vienes con increíbles mejoras tales como altas resoluciones, zoom y una buena cantidad de lentes que nos permite tener una amplia panorámica de estamos vigilando. Con algunos suplementos como por ejemplo los infrarrojos, podemos tener visión nocturna. Se pueden configurar para que empiecen a grabar si salta alguna alarma que nosotros hayamos previamente determinado.
Hoy en día, los sistemas CCTV son escalables, flexibles y compatibles con casi toda la tecnología existente en cuestión de seguridad. La evolución ha sido tremenda en unos pocos años y nos queda por ver muchos avances que se irán adaptando a los tiempos que vienen.
Geovision ® es un ejemplo claro de evolución en lo que a servidores de video y placas capturadoras de video se refiere.
Las marcas pertenecen a sus dueños.
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