Cinco ventajas de la nube para tu negocio que te harán perder el miedo al cloud

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Cuando hablamos de utilizar la nube en la empresa siempre hay alguien que habla de aspectos como pérdida de control de los datos, dependencia de terceros, aumento repentino de los precios, etc. Son algunos de los temores más habituales que vamos a intentar eliminar. Por eso vamos a ver cinco ventajas de la nube para tu negocio que te harán perder el miedo al cloud.

Y lo vamos a hacer con ejemplos concretos, de casos prácticos que nos ayuden a ver un poco la ventaja que nos va a ofrecer sobre el modelo de trabajo más convencional, sobre todo para la pequeña y mediana empresa, que muchas veces no podía acceder a herramientas que sólo estaban al alcance de las grandes corporaciones.

Sin miedo al cloud, conexiones recurrentes a Internet

Hoy en día vivimos en un mundo donde estamos conectados a Internet siempre. Ya sea en la oficina a través de la banda ancha, con la tarifa de datos de nuestro teléfono móvil o de una red WiFi, lo cierto es que acceder a la nube es cada día algo más natural.

Uno de los miedos que al principio existían para utilizar la nube eran los problemas de conexión. ¿Qué pasa si pierdo mi conexión a Internet? Hoy en día es raro la empresa que no tiene conexiones recurrentes. Podemos tener un problema con nuestra banda ancha fija, pero siempre podemos utilizar las conexiones de los móviles, incluso en nuestros hogares, donde hoy en día está mucho más implantado que hace cinco o seis años.

Los datos allí donde los necesitas

No es la primera vez que vamos a una presentación y resulta que el ponente se ha olvidado una memoria donde tenía guardada una presentación, unos datos, un tema, etc. La nube nos va a facilitar tener toda esta información justo donde la necesitamos, basta con guardar los datos que queremos tener accesibles en un disco duro virtual, que se sincronice con la nube, de manera que trabajamos con cualquier documento en local y a la vez se está guardando en la nube.

Muchas empresas limitan el uso de estas cuestiones dentro de su organización por cuestiones de seguridad, fuga de datos, etc. Pero esto no es incompatible con un uso corporativo del almacenamiento en la nube. No se trata de que cada uno tengamos datos en nuestros discos duros virtuales, sino de tener un espacio de almacenamiento en red gestionado por la empresa.

De esta forma seguiremos trabajando igual, guardaremos la presentación en la memoria USB, pero si la hemos olvidado siempre tendremos un plan B. No es el primer caso que una presentación guardada en el Dropbox personal del ponente acaba solucionando el problema.

Mayor seguridad para tus datos

Esto nos lleva a echar un vistazo a la seguridad de los datos. Por lo general, la nube es algo abstracto. Nuestros datos están en un centro de datos donde hay miles de servidores y además suele estar replicado en otro centro independiente. Es decir, si ocurre cualquier problema grave, un incendio, por ejemplo, estamos cubiertos.

En ocasiones tenemos la sensación de que es más seguro tener los datos en nuestro servidor, que tenemos en el cuarto de al lado, dentro de nuestra oficina, que en la nube. Pero es una falsa sensación de seguridad. Si tenemos el mismo incendio en nuestras instalaciones, ¿tenemos nuestros datos a salvo para volver a empezar?

Otra cuestión es el robo de datos, que por lo general es más fácil hacer de forma interna que en una granja de servidores donde hay miles de datos de miles de empresas que a los empleados de la empresa de alojamiento web importan bien poco. Es más probable que alguien saque datos no autorizados de tu empresa a través de la fotocopiadora que se produzca una intrusión no autorizada en la nube.

Un modelo escalable

Pero también es un modelo en el que podemos ir contratando recursos a medida que los vayamos necesitando, lo que hace de la nube un modelo escalable para las empresas. Muchas veces las herramientas informáticas se han convertido en un cuello de botella para la empresa que no tenía la posibilidad de crecer por no tener recursos para invertir en otro servidor.

Con el cloud computing esto no es habitual, se contrata y se paga en función del uso de recursos que se hace. Esto lo hace especialmente interesante para empresas de nueva creación, que no tienen que hacer un desembolso inicial tan elevado en la contratación de recursos y para empresas que pueden experimentar crecimientos elevados, incluso en momentos puntuales que son cubiertos de forma rápida y sencilla, muchas veces sin que el usuario necesite intervenir, a través de la nube.

Facilidad de exportación de los datos

Por último, una cuestión que frena a muchas empresas es la posibilidad de migrar de una a otra aplicación, de un servicio a otro de forma transparente. La mayoría de los servicios cloud facilitan la exportación de los datos, de manera que si no estamos contentos contratamos con otra empresa y arreglado. En este sentido no tiene ni más ni menos inconvenientes que cambiar de programa en nuestra empresa.

Está claro que no todo va a ser igual de sencillo, no es lo mismo cambiar de ERP que cambiar el proveedor de alojamiento para nuestra página web. Pero al fin y al cabo nuestros datos nos pertenecen igual que si estuvieran guardados en nuestro ordenador.

Conclusión

Hay muchos más miedos o más bien temores que pueden tener las empresas, pero lo cierto es que según van conociendo casos de organizaciones que usan este modelo y les va bien se van despejando. Poco a poco se va creando una cultura del cloud que nos lleva a aceptarlo sin prejuicios como una herramienta más, con sus ventajas y sus inconvenientes.

Fuente: Blog SAGE